“No apruebo los actos cometidos por Breivik el 22 de julio de 2011… Sin embargo, me inclinaría ante estos actos, pues su perfección formal, de alguna manera, me ha impresionado, así como su dimensión literaria” así dice Richard Millet en una polémica que puso en jaque a la literatura francesa. Algunos defendieron el derecho de opinión de Millet y otros, por el contrario, no dejaron de atacar lo que consideran un panfleto o, peor aún, un deseo de llamar la atención. Aquí la opinión de Pierra Assouline en su blog.
Richard Millet, autor de un polémico panfleto sobre el asesino noruego Anders Behring Breivik, presentó este jueves por la noche al director de Gallimard su dimisión del comité de lectura, informó a la AFP la editorial.
Millet “no está despedido” y seguirá ocupándose de los autores que tiene a su cargo, pero dejará de formar parte del comité de lectura, precisa Gallimard.
El director de Gallimard, Antoine Gallimard, que ya se declaró en agosto sorprendido por este texto, titulado ‘Elogio literario de Anders Breivik’ envió el lunes a Millet una carta en la que le explica que “pertenecer a la casa implica una especie de solidaridad, y que como miembro del comité de lectura, representaba a la casa”.
El ‘Elogio literario de Anders Breivik’ desató una encendida polémica en Francia, valiéndole a su autor adjetivos como “obsceno”, “aberrante” y “provocador”.
“Breivik es el producto ejemplar de la decadencia de Occidente”, escribe en su texto Millet. “No apruebo los actos cometidos por Breivik el 22 de julio de 2011”, se defiende Millet al comienzo de este panfleto. “Sin embargo, me inclinaría ante estos actos, pues su perfección formal, de alguna manera, me ha impresionado, así como su dimensión literaria”.
Millet, que se enorgullece de haber leído las 1.500 páginas del manifiesto de Breivik, ‘Una Declaración De Independencia europea’, presenta al asesino ultraderechista como un “patriota a la deriva”, que no debe ser considerado como “un loco”.
Breivik es “un niño producto de una familia en ruinas, nacido de la ruptura ideológica racial que la inmigración ha introducido en Europa desde hace 20 años”, asevera el autor, que intenta explicar en su ‘Elogio literario’ las “razones” que lo llevaron a cometer la matanza que acabó con la vida de 77 personas en julio de 2011 en Noruega.



